En una situación de cambios constantes, como la crisis por el Coronavirus, las personas resilientes tienen una gran ventaja. Se adaptan rápido a las situaciones nuevas, y suelen ser más optimistas y tener mejor ánimo para afrontar los cambios. Vemos un ejercicio para trabajar la resiliencia, y de paso también nuestro autoconcepto.
Justo ahora que estamos terminando de impartir una formación online con el Instituto Español de Resiliencia (Especialista en Neurociencia, Inteligencia Emocional y Resiliencia aplicado a la Educación), en el que hemos colaborado distintos profesionales, es momento de recapitular, evaluar lo aprendido (los formadores también aprendemos, claro) y compartir algo de forma abierta con las personas que nos leen.
De modo que hemos seleccionado un ejercicio que te ayudará a trabajar la resiliencia, es decir cómo afrontamos situaciones nuevas, aceptando que pueden ser situaciones estresantes, que nos pueden causar altibajos emocionales, y en las que podemos cometer errores.
La clave está en aceptarnos a nosotros mismos, observarnos sin juzgarnos y darnos permiso para errar y seguir aprendiendo. Y por supuesto, si se trata de una situación que nos crea estrés o nos hace sentir mal, cambiar nuestro estado mental, y estas emociones negativas, por otras que resulten más apropiadas y nos hagan sentir mejor.
Ejercicio para aumentar la resiliencia
Relacionándonos con compasión (amor bondadoso) ante el sufrimiento
Tómate unos minutos y céntrate en tu respiración. Te recomiendo cerrar tus ojos para no poner toda tu atención el interior, si los tienes abiertos puedes distraerte.
Vamos a empezar creando una mente receptiva y con ello un espacio para observar la situación difícil. Evitando pensar en esta situación, lo único que logras es que persista el sufrimiento.
Observa tu respiración allá donde te resulte más natural: bien sea fosas nasales, como entra y sale el aire, bien sea el pecho como sube y baja, o bien sea el abdomen como se hincha y deshincha con cada respiración.
No hay ninguna expectativa, esto lo trabajamos en resiliencia, aprender a soltar, a que las cosas no suceden siempre como queremos y no pasa nada.
Es normal que tu mente se distraiga, cada vez que notas que se va a otro punto, vuelve a la respiración amablemente. No te sientas mal porque no salga a la primera. Lo vas a lograr.
Así durante 3 minutos.
Ahora abre tus ojos, coge un papel y un boli. Te invito a escribirte una carta a ti mismo, tal y como si la escribieras a un buen amigo, que pasa una situación difícil.
Empieza escribiendo en la parte superior de la hoja la situación difícil o problema, descríbela con detalle.
Después dirígete a ti mismo:
“Querido (tu nombre), sé que estás pasando por una situación difícil (resume la descripción que has hecho antes), sé que te sientes (reconoce tus emociones: miedo, tristeza, enfado, etc.), sé que piensas (identifica tus pensamientos: “no voy a ser capaz «, «no puedo soportarlo «, «no valgo», «soy un fracaso», etc.), sé que necesitas… (deseo de estar sano, seguro, de amar o ser amado, de ser reconocido, de conexión con los demás, etc).
Quiero que sepas que todos los seres humanos en algún momento comenten errores, se enfadan, experimentan pérdidas, etc (pon las mejores palabras para ti, haciendo esto sentimos que no estamos solos en el mundo, que todo el mundo tiene dificultades, eso ayuda a salir del victimismo y tener a un rol activo en la vida como presentan las personas resilientes).
También quiero que sepas que voy a estar a tu lado, que te quiero a pesar de cometer errores, vamos a buscar hacer cosas que nos hagan estar en el presente, como salir a la calle y sentir el sol, tomar algún alimento favorito, sentarnos en la naturaleza, pedir abrazos a los seres amados, etc. (La idea es ofrecerte algún consejo o mensaje de aliento tal y como harías a un buen amigo).
Guárdate esta carta y utilízala cuando precises, para darte apoyo en momentos difíciles. Aprender a ser nuestros mejores amigos es la base para poder resistir situaciones difíciles.
Como ves, es un ejercicio sencillo de introspección, pero es una actividad que realizamos muy poco a menudo. Para muchas personas, la mejor forma de hacer esto es teniendo una conversación con amigos o seres queridos. Lo importane es el acto de tomar distancia de nuestros problemas, analizarlos, perdonarnos nuestros errores y seguir adelante. Espero que te sea de ayuda 🙂
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